Existen multitud de aspectos beneficiosos para aquellos clientes que deciden comprar un coche usado en un concesionario, frente al que lo hace mediante un particular.
Los coches de ocasión certificados por las marcas gozan de todos los análisis del fabricante para determinar su estado y garantías. De tal modo que si un coche de esas característica está en ventas, significa que su calificación y condición es optima.
A continuación os mostramos las razones más notables por las que es mejor comprar este tipo de vehículos en un concesionario.
- Garantía: la compra de vehículos entre particulares se rige por el Código Civil, el cual solo exige al vendedor que el vehículo esté libre de cargas, tasas o vicios ocultos. El cual deberá responder ante cualquiera de estos casos durante los seis primeros meses. No ocurre lo mismo con los concesionarios, ofrecen una garantía mínima de un año con contrato. Esta garantía aporta tranquilidad y seguridad al comprador. Si el vehículo tiene un defecto que no se ha detectado en el momento de compra y se localiza dentro del periodo de garantía, el concesionario debe repararlo sin coste para el comprador.
- Vehículos revisados: todos los coches de ocasión de concesionario se someten a una revisión previa pormenorizada para localizar y reparar posibles averías actuales o futuras. Sin embargo, dicha revisión raramente se realiza en las ventas de particulares. Por lo que, si el comprador no es un experto, es posible que tras la compra se incrementen los costes por desgastes ya producidos antes de la venta o incluso averías.
- Trámites administrativos: toda venta de un vehículo sea o no de ocasión, precisa ciertos trámites administrativos. Si la compra se realiza en un concesionario no supone un gasto extra ni un trabajo de gestión por parte del comprador. El concesionario se ocupa de todo, algo que no sucede en la venta entre particulares, provocando en muchas ocasiones un estado de insatisfacción en el comprador.
- Posible financiación: los concesionarios dan la posibilidad de financiar el vehículo con el fin de facilitar la compra al cliente, algo que no encontramos en la compra-venta entre particulares, salvo que se haga por cuenta propia.
- Evitar fraudes: los fraudes es una práctica usual en el mercado de segunda mano entre particulares (o compraventas camufladas como falso particular). Generalmente los concesionarios entregan los vehículos -que han sido del propio concesionario- siempre con el libro de revisiones actualizado; al igual que aquellos que proceden de cambio en los que el anterior propietario lo entregó. Los concesionarios de las marcas verifican y garantizan los kilómetros que muestra el coche.
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