El líquido de frenos es una parte esencial del sistema de frenada del vehículo. Tiene cualidades especiales que necesitan ser tomadas en cuenta cuando se es usuario de un automóvil.
Este líquido dentro del sistema hidráulico de frenos, suele funcionar a altas temperaturas y tiene un punto de ebullición muy alto. En el caso de comenzar a hervir, dejaría el vehículo sin frenos por las burbujas de vapor que se generan dentro del circuito y que no pueden ser comprimidas.
Otra de las características de este líquido, es que es higroscópico, lo que significa que atrae y absorbe humedad.
Debido al aumento del porcentaje de agua en el líquido de frenos a medida que va pasando el tiempo, se recomienda reemplazar el líquido de frenos cada 2 años y a mucho tardar cada 4 años. Además, el agua contribuye a la corrosión de los conductos del líquido y puede agravar el desgaste de los bombines de freno. Sustituir el líquido de frenos no es una operación cara, suele rondar los 40 euros en función del modelo de vehículo.
Si queremos mantener los frenos de nuestro vehículo en buen estado tenemos que seguir algunas instrucciones muy sencillas:
Realizar una revisión de las pastillas de freno cada 20.000 km.
Comprobar que los avisadores de desgaste no tienen el cable roto.
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Realizar una conducción eficiente sin frenadas bruscas.
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No abusar de los frenos.
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De manera visual, ver si tenemos alguna pérdida de líquido por alguna rueda.
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Mirar nivel de líquido de frenos nos advierte varias cosas: si las pastillas tienen desgaste, si tenemos alguna pérdida del mismo o si el nivel es correcto.
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Utilizar siempre el líquido de frenos que recomienda el fabricante y ¡¡¡OJO!!! nunca echar líquido de freno para vehículos sin ABS a un coche equipado con ABS, pues el punto de ebullición es inferior y podríamos causar graves problemas en el sistema de frenos, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante.
La goma y el líquido de frenos tienen fecha de caducidad. Su deterioro no se aprecia, pero llegado el momento, sus consecuencias pueden ser muy graves
Cuando pisamos el pedal del freno, la presión que ejercemos se transmite al sistema de frenado de cada rueda para detener el vehículo. Si las paredes de los latiguillos no pueden soportar la presión, se hinchan absorbiendo el esfuerzo de frenado que aplicamos en el pedal.
La consecuencia es inmediata, la capacidad de frenar el vehículo se reduce.
El líquido de frenos también envejece y se descompone, perdiendo parte de sus propiedades como su compresibilidad y su resistencia a la temperatura. La consecuencia es la misma que en el caso anterior: frenadas que se estiran y disminución de la resistencia a la fatiga.
Para sustituir los latiguillos y el líquido de frenos, empezaremos por recoger este último, abriendo el circuito y vaciándolo en un recipiente para su reciclaje.
Para aflojar los racores conviene disponer de herramientas específicas ya que el par de apriete suele ser muy elevado y el uso de «llaves abiertas» suele deteriorar la tornillería y los racores.
La unión de los latiguillos con las pinzas de freno se realiza mediante un tornillo perforado que dispone de dos arandelas de cobre.
Este material, más blando que el del manguito, tornillo y pinza de freno, asegura la estanqueidad a la presión del circuito.
Durante la operación de sustitución de los latiguillos hay que tener cuidado, para evitar la entrada de suciedad al circuito, y poner especial atención para que no se acumule humedad en su interior.
Para sustituir el líquido de frenos debemos tener en cuenta las características técnicas del fluido especificado por el fabricante del vehículo.
El empleo de líquidos de características diferentes puede ocasionar un mayor deterioro de juntas y retenes que con el recomendado.
A la hora de sustituir los latiguillos tendremos que cambiarlos en su totalidad. Según el fabricante podemos encontrar entre tres y siete latiguillos en un TT.
Una frenada rápida y sostenida es sinónimo de una conducción segura. Si tu vehículo tiene más de seis o siete años va siendo hora de sustituir los latiguillos y el líquido de frenos